Trío de ases: Franco Navarro, José Velásquez y Eduardo Malásquez 1985

Franco Navarro Monteiro, debutó en el fútbol profesional con apenas 17 años defendiendo las sedas del Deportivo Municipal siendo aún estudiante del colegio Alfonso Ugarte con el que obtuvo el campeonato Interescolar de 1979 venciendo al colegio Inmaculada. Desde su aparición Navarro mostró su gran potencia física y sus dotes de goleador. Fue fundamental en la definición de 1981 con Universitario. No tuvo mayor espacio en la selección de 1981 y 1982 a pesar de ser parte de las mismas en eliminatorias y en el mundial de España 1982 y tener alguna participación en amistosos. En un partido de despedida de Oswaldo "Cachito" Ramírez frente a Chile, recibió de las manos del Verdugo de la Bombonera la camiseta número 9 de la selección en un acto que simbolizaba la posta de un gran goleador a su sucesor. Navarro continuaba su carrera en el Deportivo Municipal y era un hecho su traspaso al exterior. En 1983 era el centro delantero titular de la selección junto a Juan Caballero, teniendo una gran actuacíón en la fase inicial de la Copa América frente a Bolivia y Colombia anotando dos goles decisivos uno en Lima  a los cafeteros y el otro en La Paz  a los altiplánicos en el minuto final del partido. En la fase semifinal Navarro era el mayor referente del equipo y en partido de ida contra los charrúas en Lima perdió un penal que fue atajado por Rodolfo Rodríguez que impidió empatar el partido que ganaron los orientales con gol de Aguilera. Ese fue un golpe muy duro para Franco. En 1985 tuvo un inicio espectacular en los amistosos de la selección nacional que dirigía Moisés Barack de cara a las eliminatorias para el mundial de México 1986 en las que se debía enfrentar a Colombia, Venezuela y Argentina. Navarro era el delantero titular y su gran partido fue frente a los argentinos en Lima en el que le pintó la cara y dribleó a su gusto a Passarella situación que generó la venganza de los gauchos en Buenos Aires cuando Julián Camino lo saca de partido con una violento planchazo al muslo  a los 3 minutos de juego. Navarro fue el mejor jugador en el partido de ida en Santiago en el repechaje con los chilenos y anotó 2 goles después de ir perdiendo por 3-0 a los quince minutos de juego. Se podría decir que en ese partido se puso fin a la mejor producción de Franco en la selección. Lo que vendría después de su paso por el fútbol colombiano en el que jugó por el Independiente de Medellín junto a Malásquez y Jorge Olaechea, fue su paso por el Independiente de Argentina en el que fue figura y uno de sus principales goleadores en la temporada 1987. Navarro la rompió en el cuadro rojo junto a Bochini, Marangoni, Islas, Reynoso, Giusti, Barberón y otros. Se recuerda del paso de Franco por Independiente: i) que fue el tercer goleador del torneo ii) sus 4 goles a Estudiantes de Plata con Camino en la cancha y que le valió ser carátula de El Gráfico iii) la lesión que le produjo Chilavert rompiéndole el tabique con el codo  y iv) su rivalidad con Percudani en la titularidad en el equipo. Después de su paso por Independiente Navarro no  fue más el gran goleador de otrora  y si bien pasó por otros equipos en el extranjero (México, Suiza y nuevamente Argentina)  su producción no fue la misma. De retorno al Perú juega por Cristal, Municipal, Mannucci y se retira en 1995 jugando por Alianza Lima. Navarro a pesar de no tener el respaldo de grandes cifras de goles con la selección nacional debe haber sido el último gran 9  de la selección.

José Velásquez Castillo debutó en el fútbol profesional en 1970 siendo todavía un juvenil de Alianza Lima. Velásquez empezó jugando como back central y si bien su juego se caracterizaba por la fuerza que imprimía en su accionar no dejaba de evidenciar una gran base técnica que fue puliendo con el tiempo. Fue miembro del seleccionado juvenil y en el Preolímpico de 1971. En la Copa Libertadores de 1972 mostró algo de su calidad y formó parte del seleccionado que realizó la gira por los 3 continentes bajo la dirección de Lajos Barotti y en el Mundialito de Brasil de 1972 bajo la dirección de Roberto Scarone.  Al año siguiente fue miembro del equipo que jugó las eliminatorias para el mundial Alemania 1974 frente a Chile.  Fue campeón de la Copa América en 1975 jugando tan sólo el partido de ida en Santiago que se empató a un gol. En este mismo año obtiene su primer título nacional con Alianza Lima. En 1977 se consolida como el mejor volante de contensión  y forma parte del equipo que juega las eliminatorias para el mundial de Argentina 1978 frente a Chile y Ecuador a quienes les anota un gol de gran factura con golpe de cabeza y la Liguilla de Cali frente a Brasil y Bolivia en el que anota dos goles espectaculares. Ya consolidado como titular juega la fase inicial del mundial gaucho formando la que fuera considerada como la mejor volante de aquella fase junto a Cueto y Cubillas. Anotó un gol de cabeza a Irán. En la fase final, al igual que sus compañeros, bajó su producción y no reditó el gran juego que exhibió ante escoceses, holandeses e iranís. Fue bicampeón nacional con Alianza Lima en 1977 y 1978 con el que es considerado por muchos como el mejor equipo íntimo de la historia. En 1979 emigra junto a Hugo Sotil al Independiente Medellín de Colombia. En 1980 juega en el Toronto Blizzard de Canadá y en 1981 forma parte de una de las mejores selecciones nacionales de todos los tiempos       con la que se elimina a Uruguay del mudial España 1982 con una actuación magistral en el estadio Centenario que le valió la etiqueta de "Patrón" (fue El Veco quien escribió una nota que tituló: " El Patrón vino de Canadá") habiendo quedado para la historia la jugada previa al gol de Uribe en la que Velásquez viene tocando la pelota desde el mediocampo peruano para ir tejiendo fútbol y habilitar al Diamante. Su actuación en el mundial de España fue desconcertante al igual que la mayoría de sus compañeros y tuvo la mala suerte de pasar mal el balón en una salida ante los polacos que generó el primer gol de los europeos. Sus detractores lo apodaron El Polaco. Velásquez juega en el Hércules de España y retorna al fútbol colombiano.  Juega por Alianza Lima y retoma el liderazgo del seleccionado en 1985 en la última gesta de aquella generación de grandes figuras que pierde la clasificación al mundial azteca a poco minutos de terminar el partido frente a Argentina en Buenos Aires en el que anotó el primer gol peruano. Jugó el repechaje con Chile  que significó su retiro de la selección. Jugó por el Deportes Iquique de Chile en 1986 y termina su carrera jugando por Alianza Lima. José Velásquez debe ser el mejor volante de marca de la historia del fútbol peruano. Era técnico, tenía presencia física, una personalidad arrolladora, tenía gol y estampa de crack jugando siempre con la cabeza levantada. Un crack de aquellos. Un fuera de serie.

Eduardo Malásquez Maldonado, debutó en el fútbol profesional a los 17 años siendo juvenil del Deportivo Municipal. Una de las primeras imágenes de Malásquez en la prensa nacional fue aquella en la que aparecía formando la delantera del cuadro edil con la cabeza rapada. Los que asistíamos a los campeonatos de fulbito veraniego en el colegio Carmelitas en San Antonio, Miraflores, descubrimos la magia del pie derecho de Malásquez y su capacidad para driblear por su lado derecho. Malásquez desde juvenil fue seleccionado nacional y se da a conocer más a la opinión pública luego de la gran campaña del equipo de la comuna en 1981 en el que obtiene el subtítulo y su clasificación a la Copa Libertadores. Fue parte del gran equipo que se clasificó al mundial de España 1982 y formó parte de la delegación que asistió al mismo llegando a destacar en los partidos de la gira previa. En la Copa América 1983 fue una de las figuras del seleccionado. A partir de 1984 juega en el Independiente Medellín. En 1985 forma parte del seleccionado que enfrentó las eliminatorias para el mundial de México 1986, siendo memorable la jugada previa al gol de José Velásquez ante Uruguay en un amistoso jugado en Montevideo en la que le rompió la cintura al defensor Bossio. En 1986 retorna al Independiente Medellín luego de un regreso al Municipal y anota un gol de antología que los colombianos bautizaron como "La Malasqueña" y que se puede observar en youtube (http://www.youtube.com/watch?v=kWGvb8fFPC4&feature=related). En 1986 juega sin mayor éxito en Universitario de Deportes para jugar finalmente 3 años en el Atlas de Guadalajara de México en el que finalizó su carrera en 1991. Eduardo Malásquez será recordado por mucho tiempo como uno de los mejores gambeteadores del fútbol peruano.