Un lugar de encuentro con la historia gráfica del fútbol peruano, fundamentalmente, de 1969 a 1985. Un humilde homenaje a aquellos cracks que nos regalaron muchas alegrías en tiempos muy duros.
sábado, 10 de abril de 2010
Guillermo La Rosa: Uno de los grandes delanteros peruanos
Guillermo "El Tanque" La Rosa no tuvo la habilidad de Perico León ni la explosión y carisma de Franco Navarro o el oportunismo y velocidad de "Cachito Ramírez" pero vaya que fue un tremendo centro delantero.
Desde su aparición en el Miraflores FC y sus 11 goles en el Bolivariano de 1971, La Rosa estuvo marcado por el signo del gol. A fines de ese año, su juventud y mala asesoría familiar impidieron la contratación del ariete al Cádiz del fútbol español que probablemente le habría dado otro giro a su carrera en el fútbol europeo. En el Defensor Lima no llegó a alternar como titular y fue en el Sport Boys en 1976-77 en que La Rosa comienza a perfilarse como un goleador de gran potencia y excelente juego aéreo pero con grandes limitaciones técnicas. Alianza Lima lo contrata para la temporada 1978 y a poco tiempo de iniciarse el mundial Argentina 1978, Marcos Calderón abrumado por la lesión de Sotil lo confirmó como titular del seleccionado que jugó de manera magistral la primera fase del mundial gaucho. La producción de La Rosa en el mundial fue regular porque en ese equipo de "tocadores" el Tanque hablaba otro idioma y por otra parte, los punteros Oblitas y Muñante partían más de atrás y eran celosamente marcados. Aún así, se recuerda aquel cabezazo que desvió La Rosa ante los escoceses en el que saltó libre de marca.
Su paso por el Nacional de Medellín junto al maestro César Cueto cambió su forma de juego. La Rosa aprendió a jugar fútbol de la mano del Poeta de la Zurda y gracias a la dirección técnica de Zubeldía, se transformó en un delantero de corte moderno que jugaba por la derecha abriendo a las defensas contrarias y le agregó a su juego una cuota de sacrificio para cubrir las salidas del rival o jalar marcas. No en vano, el Nacional de Medellin obtuvo el título nacional colombiano teniendo a los peruanos como figuras.
Ese radical cambio del juego de La Rosa se pudo comprobar en el proceso eliminatorio de 1981 ante Colombia y Uruguay en el que fue fundamental para el equipo no sólo por sus goles claves ante Colombia en Bogotá y Uruguay en Montevideo sino por la forma en que rompía a las defensas para que sus demás compañeros llegaran con más facilidad a través del juego mágico que nos supo regalar aquel tremendo equipo dirigido por Tim.
En el Mundial de España 82 fue el gran sacrificado por el ingreso de Cubillas al equipo titular y a pesar de ello queda aun en la historia de nuestro fútbol que el moreno de Puente Piedra fue el último jugador en anotar un gol en los mundiales (el de honor en el 5-1 que nos aplicó Polonia).
La Rosa no tiene un gran récord de goles anotados con la selección pero fue, que duda cabe, uno de los mejores delanteros que tuvo el fútbol peruano en los últimos 40 años.
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